-A los lugares más lindos de Atenas, bueno so suena francamente agradable y con tan
halagadora compañía no pongo en duda que será una maravillosa velada la que nos espera...
La noche complatamente despejada y plagada de estrellas alumbraba el camino el mar al fondo, sereno, invitaba a caminar con su fresca brisa por el hermoso puerto....
el viento jugando con el cabello de ambos, acariciandolo con su salina brisa, sonrió al percatarse que el joven caballero no soltaba su mano, aquello le halagaba enormemente
pero más aún su sonrisa...
-Bien veamos entonces cual es la plaza mas bonita que conoces...