Cuento de invierno (Siegfried x Camus)

Este es un pequeño cuento dedicado a mi querida amiga Adria con motivo de su próximo cumpleaños, espero que lo disfrutes mucho y te guste la historia.
La canción de este songfic se titula Winter's tale y la canta David Essex. La traducción al castellano la hice yo misma.
http://es.youtube.com/watch?v=yjW2rrK5vRU

Una fría noche de diciembre en Asgard...
Frente al fuego de la chimenea, un señor ya muy viejecito tenía sentado sobre sus rodillas a uno de sus nietecitos, los otros, junto con otros niños del pueblo, se habían sentado en corro frente a él para oírle leer un bonito cuento de Navidad. Este señor sostenía un libro en sus manos y les estaba leyendo una divertida historia tradicional de la mitología nórdica titulada "El dios del Trueno se casa", la cual hacía las delicias de los niños ya que el señor leía la parte de dialogo de cada personaje imitando sus voces: una algo aflautada para la diosa Freya, un potente vozarrón para Thor, voz de pillo para Loki, etc...
Los pequeños lo escuchaban embelesados, riéndose a carcajada limpia en la parte en la que ambos dioses tienen que vestirse de mujer para poder recuperar el martillo mágico de Thor y haciendo preguntas de tanto en tanto pues el suspense los tenia en vilo...

Una vez que terminó de leer la historia, hizo sonar una campanilla de plata que tenía sobre la mesita de café situada a su lado y una joven se presentó en la sala con una bandeja en la que llevaba unas tazas, platillos, una chocolatera y unos platillos con galletas y dulces típicos de Asgard que depositó sobre la mesa grande. Aquellos dulces hacían siempre las delicias de tanto niños como mayores y esta vez no fue la excepción, pues toda la familia se reunió para la pequeña merienda y para cenar por la noche.

Uno de los pequeños preguntó a su abuelo cuál era la significancia de un ornamento hecho en hielo que adornaba el árbol de Navidad cada año... El dueño de la casa sonrío al recordar a la persona que se lo había regalado, hacía ya tantísimo tiempo, y, a quien nunca había podido olvidar a pesar de que el destino los separara...

Tras la cena, recostado en su butaca favorita frente a la chimenea cerró sus ojos pues se sentía algo cansado, pero no dormía, simplemente reminiscía acerca de su primer encuentro con Camus. Aún recordaba claramente a aquel hombre que tanto le había impactado y cuyo recuerdo aún seguía vivo en su corazón.

Las noches son ahora más frías
tal vez debería cerrar la puerta
y de todas formas, la nieve ha cubierto todas tus huellas
y ya no puedo seguirte

Pensamiento de Siegfried.

Mucho había sufrido Asgard y ahora parecía que empezaban a levantar cabeza, además, la tregua con el Santuario les había proporcionado numerosos beneficios pues los caballeros de tanto un panteón como otro podían visitar las tierras del otro sin restricción alguna.

waaaaa linditaa!!
muchas gracias hermosa! por el regalito!!

esta muy lindooo y emocionante espero anciosa la segunda parte ^^
te kieroo muhcoote!!!!

Oportunidad que algunos habían comenzado a aprovechar pues mientras paseaba por un bosquecillo cercano a la mansión ancestral de mi familia vi a un joven de cabellos anaranjados que no podía ser otro que Mime de Benetnasch, el cual venía acompanado de un hombre sumamente atractivo y al no poder resistir la curiosidad de saber quien era aquel desconocido me acerqué hasta ellos.
Yo acababa de salir de la biblioteca de palacio, donde había estado buscando reseñas acerca de mi familia en los documentos históricos con la ayuda de Alberich en un raro momento de asueto, pues Asgard estaba disfrutando de un maravilloso tiempo de paz gracias a la tregua establecida entre nuestro país y los guerreros atenienses.

Tras las presentaciones protocolarias pasamos un largo rato charlando de forma animada en aquel hermoso bosquecillo como si fuéramos tres chicos normales y corrientes hablando de temas mundanos. Entre ellos recuerdo vivamente como te hablé acerca del Sol de Medianoche y Mime te aclaró que aquello no era lo mismo que la Aurora Boreal. Ese último fenómeno natural te era más que familiar puesto que ya lo habías visto en numerosas ocasiones. Al igual que nosotros, tú también estabas acostumbrado a vivir en latitudes frías ya que por muchos años viviste y entrenaste en Siberia, a pesar de que habías nacido en Francia, y fue allí donde te converstiste en el Maestro de los Hielos.
Cuando ya empezo a oscurecer puesto que ni uno ni otro teníais planes os invite a que vinierais a cenar a mi casa.

Mucho me complació el que aceptarais mi hospitalidad y no tardó en dejarse ver la eficiencia de mi personal de servicio, quienes produjeron una deliciosa cena tras haber preparado la mesa de la forma elegante que era tradicional en nuestra casa cuando recibíamos visitas: con la mejor cubertería de plata, las mejores copas de cristal tallado, los platos de porcelana fina, el centro de florecillas silvestres que cultivábamos en el invernadero y otros pequeños detallitos pensados para hacer que el invitado se sintiera como una persona especial y bienvenida a esta casa.

La hoguera aún está encendida por la noche
mis recuerdos son cálidos y claros

Antes de cenar nos fuimos a la bodega, donde guardaba mi pequeña colección de botellas de vino para que pudieras elegir uno que te gustara. Aquellas botellas me habían sido regaladas ya fuera por los habitantes de Asgard en agradecimiento a algún servicio o por emisarios extranjeros que visitaban nuestras tierras. A pesar de que yo no bebía el zumo de la uva puesto que prefiero la cerveza, debía reconocer que eran sumamente útiles a la hora de ofrecerlas a los invitados a casa, sobretodo si éstos se presentaban inesperadamente, como tú lo hiciste, Camus.