Templo De Hades

Le sonrio levemente por lo que bebo toda mi copa, jugando con ella.

-La verdad la manera de ser de ellos, ademas, que hay mortales muy hermosos-

Llame la jarra del vino para que me sirva

Una carcajada es cubierta por mi mano, la verdad, se escucho algo, extraño de el

-Mi señor Hades, puedo tener seres divinos, en verdad, fue una simple observacion, pero lujuria nunca la he sentido-

Levante mi vista, aunque levante una ceja, por lo que solo apoye mi espalda en el asiento.

-Tal vez, y no estoy diciendo que sea menos, solo, deseo ir a la tierra, ¿tanto le molesta mi señor?-

Solo senti como me movia mi cabeza mientras me miraba fijamente.

-Mi señor, ¿por que me pide eso?, si como quiera, estoy cerca de usted a una distancia prudente-

Sonrei con malicia, me decia eso por mi bien o acaso...

-Pero si usted me lo orden, no ire a la tierra, sabe que obedezco sus ordenes ciegamente-

No se si fue correcto pero, ladeo mi rostro hacia otro lado, mientras pasaba su mano.

-Si señor Hades-

Sabia perfectamente que no haria algo que le molestara pero, era demasiado

Me giro de nuevo, mientras sonrio sornamente

-Tal vez con alguna ninfa o simplemente vagando, asi es el-

Le miro fijamente aunque, aquella sonrisa, por alguna razon, se me hizo familiar...

-Aunque siempre le he dicho que las pobres sufriran mas con el que con Eros-

Como recuerdo cuando las ninfas tenian que escapar de mi hermano

Le mire extrañado pero, solo me impulso para comenzar a caminar


-No le comprendo señor-

Le mire con intriga aunque, de nuevo me gire

-No huyo, solo, no quiero mirarle-

Cierro mis ojos mientras me apoyo en una columna

-No deseo nada mi señor, no debe preguntar eso-

Me gire para verle mientras algunos mechones cubrian mis ojos, aunque, solo exclame un ¡ja! escueto para mi

-No puedo impedirle eso, seria una falta grave, solamente, sobre mi persona no-

Aun asi miro hacia los limites de los campos eliseos, a lo lejos el inframundo

-Ese deseo ni siquiera me atrevo a pensar-

Aunque estaba fijo mi mirar a lo lejos, me vire para ver a mi señor.
Mis piernas se movian solas, quedando a unos metros de el.

-Usted es mi señor Hades-

Me agacho un poco la mirada, no podia contestarle lo segundo, no sabia por que.

-En verdad me siento honrado por eso mi señor-

Incline levemente mi cabeza mas aun, la levante al escuchar eso.

-Entonces, no puedo oponer objecion, pero no quiero ponerla, le pertenezco mi señor-

-Como ordene mi señor-

Me levante mecanicamente por lo que le mire fijamente.
Sentir su mano me provoco un ligero escalofrio.