Dia de los enamorados (Mu x Aldebaran x Shaka)

Aqui os dejo el enlace de este bello Shonen Ai.

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Capitulo 1
Febrero de 2007.

Desde principios de mes se habia vivido un ambiente de expectacion en el Santuario debido a que primero se celebro la fiesta de cumplea~nos de Camus, el caballero de Acuario, que fue un autentico exito gracias a la organizacion de Milo y a la que acudieron todos los caballeros de oro.
Fue alli cuando el caballero de Tauro, Aldebaran, vio de nuevo a su amado y decidio que habia llegado el momento de tomar accion y declararle sus sentimientos. Aun le quedaban unos dias hasta la siguiente fiesta, la de San Valentin, tiempo mas que suficiente para preparar su regalo del dia de los enamorados a la persona a la que queria mas que a su propia vida.

Aldebaran era perfectamente consciente de que no era correspondido, al menos no en igual medida, aquel esquivo caballero se comportaba tan solo de una forma cordial con respecto a el y se arriesgaba a que el otro chico se ofendiera si declaraba sus sentimientos abiertamente, pero por suerte, los regalos de San Valentin y las cartas se daban anonimamente, tal como era la costumbre en el Santuario para evitar problemas como este. Si la persona que lo recibia respondia de forma positiva entonces y solo entonces se declaraban.

12 de febrero de 2007.
Aquella manana el guardian del sexto templo, Shaka de Virgo, se hallaba meditando bajo la estatua de Buda cuando oyo que alguien llamaba a la puerta. Usando sus poderes psiquicos, con un gracil y economico movimiento de su mano abrio la puerta sin moverse de donde estaba. Milo pidio permiso para entrar y se acerco a Shaka.

-Hermoso dia, Shaka.
-Hermoso dia, Milo -le respondio indicandole que se sentara.
-Gracias -el octavo guardian se sento.
-No hay de que. Dime, Milo, que se te ofrece?
-Shaka, ire al grano, pues aun tengo otros templos que visitar, como es que no respondiste a la invitacion que te envie para el dia 14?
-Milo, sabes de sobras que no me gustan las fiestas.
-Sin embargo, viniste a la de Camus.
-Eso era diferente, se trataba de la fiesta de Camus y el es un companero de armas y un buen amigo.
-Entonces, por que no a esta? Es el dia de los enamorados, sabes?
-Lo se perfectamente y por eso no deseo ir.
-Es un dia muy especial...
-Que tiene de especial?
-El dia de San Valentin es el dia perfecto para demostrar tu amor por alguien.
-Ah, si? y que pasa el resto del a~no? o no se demuestra nada entonces?-le dijo algo molesto.
-Vamos, Shaka, !no seas asi!... igual te sale un ligue alli -le dijo con una risita algo sarcastica.
-Milo, !el tema esta zanjado!.
-Desde luego, !menudo mojigato que estas hecho!... pero me apuesto la paga de tres meses a que vienes y te sale alguien para ligarte... -y sin decir mas se levanto y se dirigio a la salida.

Antes de que Shaka pudiera responder a tal insolencia, Milo ya habia salido por la puerta. Desgraciadamente para el rubio, aquel encuentro lo habia sacado por completo de sus casillas y aunque externamente su expresion se mantenia serena, la procesion le iba por dentro. Como habia tenido Milo tal atrevimiento?
Sin embargo, con un gran esfuerzo y su voluntad ferrea volvio a serenarse lo suficientemente para volver a sus meditaciones.

Entretanto en la casa de Aries.
Aldebaran de Tauro y Mu, el guardian de la primera casa estaban sentados a la mesa en el comedor del primer templo, ambos caballeros estaban compartiendo el desayuno y hablando alegremente. Su tema principal de conversacion era, como no?, la fiesta que iba a tener lugar dos dias mas tarde, Aldebaran tambien le estaba mostrando una preciosa estatuilla que el mismo habia tallado para regalar al caballero al que amaba con todo su corazon. Mu la miraba maravillado aunque a la vez entristecido porque sabia que aquel hermoso presente no iba destinado a el, pero amaba tanto al caballero de Tauro que le bastaba con verlo feliz y que fueran buenos amigos.

-Aldebaran, la hiciste tu mismo?
-Asi es, amigo mio, que te parece?
-!Es exquisita!, verdaderamente exquisita... el recipiente de este regalo es alguien muy afortunado... -dijo en voz muy baja el caballero de Aries con una leve y quizas algo triste sonrisa en su rostro.
-De veras lo crees, Mu?... !Ah! pero esta figurita no es tan exquisita como lo es el, tan solo espero que le guste.
-Y a quien no habria de gustar? (En un susurro apenas imperceptible) Yo creo que enamoraria a cualquiera... por todo el carino y la atencion que has puesto en ella.
-Creo que exageras, amigo, pero te agradezco tus bellos cumplidos -respondio el caballero de Tauro poniendo una mano en el hombro de su amigo y mirandolo afectuosamente.

En verdad la figurita era bellisima hasta en el mas minimo detalle, era la imagen de una nina hindu vestida con un sari y que sostenia una flor en la mano. Aldebaran habia pasado muchos ratos libres tallandola con sus manos de gigante que sin embargo, se habian movido tan delicadamente para realizar aquella hermosa labor, una labor hecha con muchisimo carino para la persona amada.
Mu no tenia necesidad de preguntar ni de usar sus poderes telepaticos para adivinar a quien iba destinada; no obstante, aunque no sentia celos del otro caballero, si se sentia muy preocupado por su amado. Aldebaran siempre habia sido muy buen amigo suyo, desde el momento en el que se conocieron y Mu sabia que el caballero de Tauro habia fijado su interes en un imposible, pues este siempre parecia muy altanero e indiferente a ese tipo de emocion y odiaria que su buen amigo saliera herido o se llevara una terrible decepcion.
Aldebaran era perfectamente consciente de que era posible que aquel a quien amaba no le correspondiera en medida alguna y aunque ese pensamiento le entristecia enormemente, el dueno de su corazon no le habia rechazado de plano, aunque a veces se mostraba algo frio cuando hablaba con el... o algun otro caballero.

Habian acabado de desayunar cuando Milo, que bajaba del sexto templo, fue a la casa del guardian de Aries para confirmar que ambos caballeros irian a la fiesta, Milo noto la figurita que Aldebaran habia tallado.
-Me alegro mucho de que querais venir, muchachos. !Estupendo!.
-Falta alguien?
-Si.
-Quien? -tanto el carnero como el toro ya se imaginaban cual iba a ser la respuesta.
-Pues el armazon de cemento armado de la sexta casa.
-Milo, no deberias hablar asi de el.
-O sino que? -dijo un desafiante Milo- Mu, ya estoy hasta las narices de los aires de superioridad que se da. Puede que yo no tenga sus habilidades, chico, pero tambien soy caballero de oro y por lo tanto, mi rango es el mismo que el suyo. !Por todos los dioses! ese tio es mas frio que los hielos de Siberia y luego diran de Camus...
-Vamos, Milo, no te preocupes que nosotros si que iremos -dijeron los otros dos.

Aldebaran tenia la mirada algo triste,... entonces.... Shaka no iria a la fiesta... pero si que fue a la de Camus; en fin, tendria que buscar otra excusa para entregarle su regalo. Milo se marcho de alli contento porque al ver la figurita se le ocurrio una idea, no se fue a la casa de Virgo puesto que no le apetecia otro altercado con el guardian de aquel templo, sino que al llegar a Leo pidio a Aioria que dejara una nota a la entrada del sexto templo. Despues volvio a la casa de Geminis y se fue por un portal de otra dimension directamente a Libra, desde alli le fue facil llegar hasta su propio templo.

14 de febrero.
La manana de tan esperado dia ya llego y en todo el Santuario, menos en el templo de Virgo, habia un ambiente de expectacion. Shaka se fue directamente despues de levantarse al Jardin de los Sales Gemelos y no pensaba salir de alli en todo el dia. La visita de Milo de dos dias antes seguia desconcertandolo debido a lo descarado que habia sido el Escorpion, nadie nunca se habia atrevido a hablarle de aquella manera. Aquel dia le habia llevado varias horas el calmarse, sin embargo, lo logro, pero ahora se sentia de nuevo en total desharmonia pues habia visto la misiva que dejo Aioria en su casa de parte de Milo y que decia asi.

Mi querido Shaka, insisto en que vengas a la fiesta, veras como te he encontrado a alguien con quien compartir tu solitaria vida.

-!Maldito Escorpion! -mascullo entre dientes Shaka. Aquello le enfurecio tanto que tras varias horas no conseguia calmarse, asi que ya entrada la tarde, cuando los caballeros que vivian en los templos de abajo iban subiendo hacia la octava casa decidio salir a enfrentarse con Milo. Su furia se incremento cuando en el portal de entrada vio que alguien habia dejado una figurita de madera y una cajita de bombones en forma de corazon que llevaba una nota atada con un lazo rojo. La nota ni se molesto en leerla y se fue hacia la octava casa.
Para entonces ya los otros once caballeros se encontraban alli, algunos con pareja, otros no, pero todos mantenian una animada charla en varios grupitos; en uno de ellos estaban Milo, Aldebaran y Mu. Shaka se fue derechito a ellos y la habitacion parecio congelarse, aunque Milo sonrio algo provocadoramente y se acerco al rubio.

-!Shaka, menuda sorpresa! y a que debemos el honor de tal visita? -le pregunto con un ligero retintin en su voz.
-Milo, me gustaria mucho hablar a solas contigo unos minutos.
-Ahora? !que impaciente eres, muchacho!. Ahora no es posible.
-Hazlo posible. -dijo Shaka con una expresion neutral en su bello rostro pero sintiendo que su furia interior se avivaba.
-Ummm... seria de muy mala educacion dejar a mis invitados. Ademas, no dijiste antes que no ibas a venir?
-Digamos que me convenciste, querido. (En voz baja solo audible para el Escorpion) Y ahora prefieres que hable contigo en privado unos momentos o te forme una escena aqui- esta vez el frio tono de amenaza era tan intenso que a Milo no le paso desapercibido.

Ambos salieron al balcon cerrando la puerta tras de si mientras que el resto de caballeros seguian charlando entre ellos aunque de cuando en cuando dirigian miradas furtivas hacia donde se encontraban los otros dos. Sabian que la presencia del sexto guardian no auguraba nada bueno y que aquella expresion neutral en su rostro no escondia el hecho de que su cosmos estuviera echando chispas que a duras penas mantenia bajo control. Algo que Milo hizo debio haberle alterado muchisimo y Shaka no era el tipo de persona que olvidara una ofensa facilmente, a veces podia ser increiblemente rencoroso.
-Y bien, Shaka? Que es eso tan importante que tenias que decirme?
-No te basto con molestarme el otro dia y dejarme tu estupida nota ayer para que encima te burles de mi y me dejes esto?- le dijo mostrandole la figurita y la cajita de bombones.

Milo reconocio de inmediato la figurita, *veo que el torito por fin se ha lanzado, pero no pienso decirle de quien es, !que rabie todo lo que quiera! Mira que presentarse en mi casa de esta manera y ponerme en evidencia delante de todos los caballeros...*
-Que te pasa?, no te gusto?
-No.
-Por que no? Es una estatuilla preciosa.
-Para ti lo sera, para mi no lo es.
Aldebaran y Mu se habian acercado a la puerta discretamente despues de que el sexto guardian sacara la figurita. El segundo custodio iba a salir pero Mu lo detuvo por unos instantes.

-Shaka, yo no tengo nada que ver con todo esto -esta vez seriamente y con un tono de absoluta sinceridad en su voz que, sin embargo, enfurecio a Shaka aun mas.
-No te creo.
-Me da exactamente igual, no fui yo quien te lo envio.
-Entonces quien fue? Si tu no fuiste, seguro que fue alguien a quien convenciste para que lo hiciera.
-Lo siento, chico, pero me parece que por ahi tienes a un admirador secreto.
Aquellas palabras fueron la gota que colmo el vaso, Shaka lanzo la caja de bombones al rostro de Milo, el cual se quedo algo aturdido y aquella fue la senal para que los dos primeros custodios irrumpieran en el balcon. Antes de que nadie pudiera detenerle, Shaka tomo la figurita y la lanzo fuera del balcon. Cuando la madera hizo impacto contra el suelo se partio en mil pedazos.
Inmediatamente se volvio hacia el octavo guardian con un gesto amenazante en su rostro por lo que no noto la tristeza en el de Aldebaran cuando vio que aquel bonito trabajo que habia realizado con tanto carino yacia en mil anicos en el suelo, tal como sentia que se despedazaba su corazon y una pequena lagrima amenazaba con caer de sus ojos.

-(Mu) !!Shaka, detente!!.
-No te preocupes Mu, que no voy a ensuciarme las manos con el.
-Se puede saber por que te ofende tanto el que alguien te haga un regalo? -pregunto un extranado Mu.

Capitulo 2.

Mu y Aldebaran habian irrumpido en el balcon donde Milo y Shaka habian tenido una fuerte discusion. Los otros tres guardianes estaban bastante asustados ante la reaccion tan violenta que Shaka habia tenido pues normalmente el conservaba la sangre fria en toda ocasion.

-(Mu) Vas a contestarme o no?
-No se trata de eso -dijo Shaka extranado ante la actitud desafiante de Mu, quien normalmente era una persona de lo mas pacifico.
-Entonces de que?
-Milo lo uso como una estratagema para hacerme venir aqui y no me gusta que nadie me utilice.
-Y que tiene de malo venir a una fiesta?
-Porque no podeis respetar el hecho de que dijera que no. Primero eso, luego Milo me envio una nota burlandose de mi como si yo estuviera desesperado por tener pareja, y Mu, puedo asegurarte que eso no me interesa en lo mas minimo.
-Lo se, lo unico que te preocupa son las ensenanzas de Buda -dijo Mu bastante serio.
-Y luego... me envia esos asquerosos "regalitos" y tiene la osadia de mentirme. Eso es lo que autenticamente me enfurece, al menos podrias tener el valor de admitir que esto es cosa tuya, Milo -conteniendo con dificultad su enfado.

Aldebaran intervino antes de que Milo dijera nada.
-Shaka?
-Que quieres? -dijo secamente.
-Esto... Milo dice la verdad... el no tuvo nada que ver con los regalos... -Aldebaran dudo en seguir pero debia tener el valor de hacerlo, no seria justo que Milo se llevara las culpas por algo que no habia hecho.
-Ah, si? y tu como lo sabes? acaso eres telepata? -dijo algo sarcasticamente. Shaka perdia muy raramente los estribos, pero cuando lo hacia era como si se desencadenara la tercera guerra mundial.
-(Mu) !Shaka!, !eso es una autentica groseria!- dijo un indignadisimo Mu, *el estar furioso con Milo lo entiendo, porque el escorpioncito es un descarado de muchisimo cuidado y ya he perdido cuenta del numero de ocasiones en las que me hubiera gustado despellajarlo vivo, pero eso no le da derecho a insultar a Aldebaran*.

El caballero de Tauro hizo una sena a Mu para que se callara y se volvio a dirigir a Shaka.
-Fui yo quien te regalo la figurita y el chocolate...-dijo el gigante con la voz entrecortada debida al disgusto que se habia llevado al ver el aparente veneno con el que Shaka habia hablado y reaccionado ante aquel regalo.
-Que? fuiste tu?
-Si, fui yo quien lo hizo, no Milo.
-Como te atreves a hacer tal cosa?
-Yo pense que...
-Si, ya me imagino lo que pensaste... reirte a mi costa, no?
-Shaka yo jamas haria tal cosa.
-Por que habria de creerte?... entonces, es porque..., !no, no puede ser!. Si ese es el motivo solo te dire que estas perdiendo tu tiempo.
-Eh?
-Asi es, pierdes el tiempo, o pensabas que porque me dejaras un regalo a escondidas sin tener el valor de dar la cara iba a caer rendido en tus brazos?-Shaka ahora estaba mas enfadado que nunca- No me imaginaba que fueras tan cobarde, Aldebaran.
-Claro que no...-musito el segundo guardian.

En aquel momento Aldebaran queria que la tierra se lo tragara al ver la reaccion tan negativa que su regalo habia causado y lo peor de todo, es que los otros caballeros ya ni intentaban disimular el mantener una conversacion, sino que miraban fijamente a los cuatro que estaban en el balcon; asi que decidio que el retirarse a su templo seria la opcion mas conveniente en aquellos momentos. Se le habian quitado por completo las ganas de fiesta y lo peor era que ahora Shaka no querria ni dirigirle la palabra, en esos momentos deseaba estar solo.
-Con permiso, Milo y Camus, muchas gracias por invitarme a vuestra fiesta pero dadas las circunstancias sera mejor que me marche -dijo el gigante con la mayor dignidad que pudo y se dirigio hacia la puerta de salida para empezar a bajar las escalinatas hacia la segunda casa.

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En vista de como estaba el panorama: Shaka tenia los punos apretados y aun no se habia movido de donde estaba, Mu le lanzo una mirada de reproche y tras atender a Milo y llevarselo al salon, se fue al exterior a recoger los pedacitos de la estatuilla. Al ver a su amigo hacer esto, Shaka decidio marcharse a su casa, pues era consciente de que todos los demas lo miraban fijamente y no deseaba responder a pregunta alguna, al igual que al caballero de Tauro, en aquellos momentos nada le importaba mas que marcharse de alli con viento fresco.
Milo, a pesar de que el golpe lo habia aturdido, lanzo una pequena y fugaz sonrisa a Camus pues su plan habia dado resultado.

Algo mas tarde en el templo de Virgo.

Shaka nunca se habia sentido tan humillado como ahora se sentia. Estaba furioso con Milo, por haberlo enervado, furioso con Aldebaran, por haber descubierto sus sentimientos por el en publico; furioso con Mu, por tomar partido por Aldebaran y sobretodo furioso consigo mismo por aquello le habia hecho perder su serenidad habitual y !peor aun!... en publico.
Aun dando vueltas a este asunto, oyo como alguien tocaba a la puerta trasera de su templo y aunque no tenia ganas de ver a nadie, supuso que se trataria de algun caballero de los templos que se encontraban en la parte baja del Santuario y que debian pasar por el suyo. Abrio la puerta y se encontro cara a cara con Mu.

Por un momento Shaka parecio alegrarse al ver a su buen amigo, sin embargo, aquella sensacion apenas duro un instante, pues Mu lo miraba con una expresion serena en su bello rostro pero con los ojos llenos de reproche.
-Y bien, Shaka?
-Y bien, que, Mu?-respondio algo enojado.
-Espero que estes satisfecho por lo que hiciste.
-El que? cantarle las cuarenta a Milo?... el no querer aceptar esos regalos?... el que?-le contesto altanero el sexto custodio.
-Lo de Milo es lo de menos, aunque no debiste irrumpir asi en su casa...
-Ya veo -le dijo con sorna- se trata de Aldebaran.
-En efecto, Shaka, se trata de Aldebaran y de los bonitos regalos que te hizo.
-Pues el torito deberia ya saber mas que de sobras que detesto las sorpresas. Como se atreve a hacer algo asi? desde cuando le he dado yo alguna indicacion que le correspondia a sus sentimientos?

Mu se quedo horrorizado ante tal respuesta y tratando de calmar su indignacion le replico.
-Esta bien, caballero de Virgo, ya veo que no vas a escuchar nada de lo que te diga, asi que me marcho de aqui. Si quieres verme, ya sabes donde estoy.
-A donde vas?
-A ver a Aldebaran... el es amigo mio tambien y necesita que alguien este a su lado despues del disgusto que se ha llevado esta noche. Tu comportamiento con el fue verdaderamente inaceptable.

Shaka se quedo perplejo pero no hizo movimiento alguno para detener al caballero de Aries.

Entretanto en casa de Milo ya todos los demas caballeros se iban de alli pues vieron que la fiesta habia terminado. Cuando Shura ya estaba a punto de salir por la puerta, Camus y Milo lo detuvieron.
-Y bien, cabritillo? no te olvidas de algo?...

Unos dias mas tarde.

Aldebaran aun estaba dolido por la actitud del sexto guardian, quien ahora cada vez que lo veia casi nunca respondia a los timidos gestos de saludo del toro o si lo hacia, su mirada era mas fria que todos los glaciares de Siberia puestos juntos. Tal como estaban las cosas, el segundo guardian cada vez que habia que hacer una guardia en los exteriores del Santuario se presentaba como voluntario para ella, pues no tenia ganas de ver a nadie y mucho menos de tener que escuchar cuchicheos o comentarios sarcasticos por parte de los otros, ya bastante humillante era el tener a Shaka tratandolo asi. Tan avergonzado se encontraba que ni siquiera iba a ver a Mu, el cual estaba muy preocupado por el.

Mu vio que esta situacion entre sus dos mejores amigos no podia continuar asi y decidio visitar a Shaka a su casa. Cuando Mu le dijo el proposito de su visita sorprendentemente Shaka parecia dispuesto a escucharlo.

-Shaka, esta tension entre dos amigos no puede continuar.
-Que quieres decir? Aldebaran no es amigo mio.
-Shaka, tu y yo somos amigos, pero Aldebaran tambien lo es y me siento atrapado entre la espada y la pared al veros asi. Veo que tu no eres feliz a pesar de tu apariencia tan serena y Aldebaran esta muy dolido por lo que ocurrio. Sabes? el tallo esa linda figurita con muchisimo carino y paso varias horas cuidando hasta el mas minimo detalle.
-Mu yo no lo quiero de la forma en la que a el le gustaria y despues de lo que paso debe odiarme.
-El sabe que no es correspondido y que aquello fue una reaccion a causa de tu enfado con Milo.

Mu llevaba una bolsita con los fragmentos que pudo encontrar de la estatuilla, puesto que habia pensado en repararla y la mostro al sexto guardian.
-No puedes cambiar lo que hiciste, pero si que puedes hacer enmienda. Mira, ahora esta hecha anicos pero traje mis herramientas y algo de polvo estelar para repararla.
-Y...? -dijo Shaka algo confundido.
-Y si seguimos la misma teoria que con las armaduras: se podra arreglar, pero para ello necesito unas gotas de tu sangre.
-Que?
-Shaka, con la mia no funcionaria puesto que ella iba destinada a ti.

A la caida del sol.
El segundo guardian aun seguia en el perimetro exterior del Santuario cuando vio a tres ninos. Dos ninos y una nina, para ser precisos. La pequena llevaba una munequita de trapo en su mano hasta que los dos ninos, que eran bastante mayores, se acercaron a ella para quitarsela, le dieron un empujon muy fuerte y arrancaron la cabeza al juguete. La pobre criaturita empezo a llorar y Aldebaran intervino.
Cuando los chicos vieron a aquel hombre tan grandullon salieron corriendo como dos liebres, sin embargo, la atencion del gigante estaba centrada en la chiquilla que parecia muy asustada al verlo. Se quito el casco, le sonrio para que se tranquilizara y la ayudo a levantarse. Vio la munequita y sacandose del bolsillo aguja e hilo se la cosio hasta que quedo como nueva. Justo se la habia devuelto cuando llego la preocupada madre de la pequena, el gigante le conto lo que habia ocurrido, la mujer le dio las gracias y se llevo a su hijita de la mano.

Mu ya habia reparado la figurita y Shaka se bajo con ella para hablar con el caballero de Tauro. Shaka lo diviso cuando habia ocurrido aquella escena y Aldebaran se agachaba para recoger su casco.

La dos feminas ya habian andado varios metros cuando la pequenita se solto de la mano de su madre, cogio unas florecillas que habia a ambos lados del camino y salio disparada hacia donde estaba Tauro. La pequena se colgo del cuello del caballero agachado, lo abrazo dandole un beso en la mejilla y le regalo las florecillas, casi inmediatamente regreso con su mama. Al gigante, aquel simple gesto de carino por parte de aquella criaturita, le emociono tanto que no pudo evitar que unas lagrimas cayeran por su rostro. Tiernamente miraba las florecitas y las sostenia en la mano pensando en ir a su casa y ponerlas en agua cuando noto una presencia muy poderosa a su lado y cuya mano reposaba en su hombro.
-SHAKA, !menuda sorpresa!.
El sexto guardian mostro a Aldebaran una cajita que este ultimo abrio encontrandose con una maravillosa sorpresa: la figurita habia sido reparada y el polvo estelar le daba un aura especial a aquel hermoso objeto.
-Como es posible?
-Mu la reparo, tal como si hubiera sido una armadura.
-Es fantastico...
-Aldebaran, me comporte muy mal contigo y... no habia entendido cuanto de ti habias puesto en hacerla...

El toro hizo un gesto como diciendole que no se preocupara.
-Si de veras te gusta quiero que te la quedes.
-Lo dices en serio?
-Era para ti de todas formas.

Shaka le da las gracias y ambos caminan en silencio hacia la segunda casa. Sin embargo, ahora no eran necesarias las palabras, pues ambos caballeros se sentian mejor. Shaka habia recuperado su serenidad habitual y Aldebaran se sentia feliz porque aunque el sexto guardian no le correspondia, al menos ya no le ignoraba y si no mas, quizas con el tiempo podian llegar a ser amigos. En las puertas del primer templo los esperaba Mu con una sonrisa en el rostro al ver que sus dos amigos se habian reconciliado.

Unos dias mas tarde.
Desgraciadamente, lo bueno dura poco puesto que una tarde en la que Mu estaba visitando al maestro Shion en la sala patriarcal y por lo tanto, el primer templo se hallaba desprotegido un intruso se habia colado en el Santuario. El joven guerrero atraveso facilmente la casa de Aries pues nadie la guardaba en aquellos instantes y sonrio para sus adentros: si los caballeros de oro eran asi de descuidados, el Santuario de Atena no tardaria en caer. Sin embargo, no debia precipitarse porque su visita era tan solo un aviso y declaracion de guerra.
Se dirigio al templo de Tauro, donde se encontro con su guardian que estaba de espaldas a la puerta, el joven guerrero lanzo su "carta de visita", una corriente de aire tan frio, que dejo el suelo del templo cubierto en hielo de color azul. Aldebaran apenas tuvo tiempo de girarse para ver de que se trataba todo aquello cuando se encontro con un apuesto joven de cabellos verdes y cortos, muy alto (aunque no tanto como el) y de facciones muy finas, pero cuyos ojos poseian una mirada arrogante y un tanto cruel.
Su sorpresa fue mayuscula puesto que aquel joven le resultaba completamente desconocido y claramente sus intenciones no eran buenas. Aldebaran iba a exigirle que se identificara, lo cual, antes de ser preguntado hizo el joven con un terrible ataque del que el toro no se podia defender, pues era como si un animal salvaje se hubiera lanzado sobre el y le estuviera despedazando con sus garras.

El joven intruso se reia para sus adentros al ver caer al gigante *si los demas caballeros son tan flojos como este, la victoria esta asegurada para Asgard. Hilda estara satisfecha con mi trabajo y ahora... !a Japon!*
El chico se marcho de alla tan rapido como habia llegado, dando a Aldebaran por muerto.

CAPITULO FINAL
El Santuario aquel dia estaba bastante desprotegido puesto que las casas de Aries, Geminis, Cance, Libra, Escorpio y Capricornio se hallaban vacias y los centinelas de plata y bronce no habian supuesto un problema para aquel guerrero intruso. Saga estaba visitando a su hermano Kanon, MM estaba en China junto con el caballero de Libra, Milo estaba en casa de Camus junto con Shura. Los tres habian hecho una apuesta acerca de si Shaka vendria o no a la fiesta, se habian jugado la paga de tres meses y el decimo guardian la perdio. Asi que los tres estaban en Acuario arreglando cuentas. Aioria estaba visitando a su hermano en la novena casa y Mu se estaba entrevistando en los aposentos de Shion con este ultimo.

Mientras que hablaba animadamente con su antiguo y venerable maestro, Mu sintio de repente unas horribles punzadas en la cabeza en el momento en que Aldebaran comenzo a ser atacado por el enviado de Hilda. Shion, muy preocupado, le pregunto que le ocurria. Aquella pregunta era innecesaria puesto que ambos notaron trazas de una cosmoenergia desconocida y corrieron a toda prisa hacia la entrada del Santuario ya que no podian teletransportarse.
Mu supo instintivamente que Aldebaran estaba en peligro pues su cosmoenergia comenzaba a desvanecerse lentamente; el carnerito se maldecia internamente al haber dejado su propio templo sin guardia, pues Kiki habia ido a China como asistente del caballero de Libra durante unos dias.

Cuando pasaron por el templo de Shaka, vieron que el sexto guardian tambien estaba bastante alterado pues algo habia interrumpido abruptamente su meditacion en el Jardin de los Sales Gemelos: trazas de una cosmoenergia que no pertenecia a ninguno de los caballeros del Santuario. No hubo necesidad de palabras entre ellos, Shaka corrio a colocarse su armadura y tomo la figurita de Aldebaran que habia puesto en un pequeno estante.
Los tres guardianes de Atena bajaron las escalinatas a toda prisa y cuando llegaron a la altura del segundo templo ya sabian que algo grave habia ocurrido al caballero de Tauro. Aquella suposicion fue confirmada cuando penetraron en el recinto y se encontraron con una horrible escena: el segundo guardian yacia agonizando en un enorme charco de sangre, su cuerpo destrozado por numerosas heridas, tanto por la espalda como por el frente, que parecian haber sido producidas por las garras de una fiera salvaje.

Mu, al ver a su mejor amigo en aquel estado, se fue corriendo hacia el con los ojos empanados en lagrimas y gritando.
-!!ALDEBARAN!! !!ALDEBARAN!!
El segundo custodio se volvio hacia el con una debil sonrisa en los labios murmurando su nombre, al pobre no le quedaban fuerzas para mucho mas. Shion se acerco a el y le puso una mano en la frente, el toro lo miro brevemente y trato de decir algo, pero el maestro le dijo que guardara sus fuerzas. Shion se volvio hacia los otros dos caballeros que los miraban atentamente; la expresion en su rostro no daba lugar a dudas, habian llegado demasiado tarde y no habia nada que pudieran hacer por su amigo excepto reconfortarlo en sus ultimos momentos.

Shaka se acerco a los tres hombres, tal como era su costumbre seguia con los ojos cerrados y deposito por unos instantes la figurita en la mano del segundo guardian.
-Aldebaran, amigo mio, aun no the he dado las gracias propiamente por tu maravillosa figurita.
Dicho esto saco una pequena flor que llevaba en su bolsillo y que provenia del maravilloso jardin de los Sales Gemelos para ponerla junto a la figurita. Mu se coloco al lado de Shaka para despedirse de su buen amigo.
-Shaka.... es... pre......ciosa..... Mu, no llores.... por favor.... tu has sido....sie.... siemp.... siempre un buen.... amigo.
-Shhh, no hables mas.... descansa -dijo Mu.
-Gracias.... a los dos.... y a usted, maestro.... pero ya... es mi hora... Shaka.... podrias........hacer algo... por mi?
-Si, Aldebaran, que deseas?
-Podrias abrir.... tus.... ojos?
-De verdad eso es lo que deseas? Tu ya sabes lo que ocurrira si lo hago.
-Por favor...

Shaka dudo unos instantes hasta que Mu le dijo "hazlo, por favor, ya ha sufrido bastante".
El sexto guardian dirigio su bello rostro hacia el caballero de Tauro, sonriendole tiernamente para poco a poco proceder a abrir sus bellas orbes celestes. Aquella fue la ultima imagen que el segundo guardian tuvo antes de que su cosmos expirara y una sonrisa de la mas pura felicidad se formara en su rostro.

FIN.