"...Templo de Hypnos..."

Siento un debil cosmos cerca de mi Templo; camino lentamente hacia la entrada del mismo, me soprende mas ver a un humano en el olimpo, pero mas aun, al ver de quien se trataba...

-Andromeda-

Sonrio al ver aquella ingenuidad; enarco una ceja mientras me apoyo en un pilar

-Aca, ¿que te trae por aqui...humano?-

giro asia donde esta aquella persona

-solo...pasaba por este lugar, lamento molestarlo-

Mantiene aquella posicion pero, al reconocerlo como aquel jovencito, le llama

-Ven Andromeda-

A decir verdad habi aalgo en ese humano que le llamaba la atencion.

Su pureza aun despues de todo, estaba intacta.

me aserco timidamente a donde aquella persona

-hola...-

lo saludo un poco timido

Lo miro de arriba a abajo. Me doy la media vuelta, alejandome de el

-¿No piensas caminar?-

Sigo caminando hasta llegar a un eden al fondo de mi templo; no queria llevarlo adentro, se sentiria presionado...

-Bien, no debes sentir temor, yo no soy un dios como los demas-

Me detuve un momento enfrente de unos rosales, las pequeñas gotas de rocio bailaban tintineantes por aquellos petalos...

-¿Eres tan callado siempre?-

muevo mi caveza negando su preguta

-no, no lo soy, bueno un poco-

lo miro y buelvo a cayar, miro a mi alreedor todo era hermoso en el lugar ecepto los llantos y el dolor que se oia

Me gire hacia la parte del infierno, adivinando el por que guardar silencio.

-Ignora aquellas voces, ellos pagan su castigo, ademas, no creo que tu vuelvas a escucharlos cuando mueras-

miro al guerrero

-porque lo dices?...talves si tenga algo que pagar, no lo se-

Extiendo mi mano para tomar su menton

-Por que tu aun conservas la pureza que muchos o muy pocos tienen-

Le suelto del rostro, mientras camino lentamente, rozando aquel cesped en mis pies...


-¿De que dudas Andromeda?-

lo mire devia admitir que dava algo de miedo pero a la ves era una persona agradable lo presentia

-dudar?...la verdad no lo se...-

Le mire por un momento. Pero, comence a caminar hasta un abrol, cubriendome con su sombra...

-Las dudas son normales en un mortal, pero...tu no eres como cualquiera-

-eh?...- observo como se ba alejando asta llegar a un arbol era extraño por una parte

-como que no soy como los demas? y porque deces eso?-

Una risa seca salio de mis labiosm por lo que me apoyo debajo de aquel arbol, aunque extiendo mi mano.

-Tienes una pureza que muchos desean, por eso es que vendras cuando llegue tu hora a este lugar-