Iced Heart Foro yaoi saint seiya |
|
| Viagra (Varios) (De Oliver Espectro) | |
| | Autor | Mensaje |
---|
spica66 ::Caballero Dorado Shaka de Virgo/ Admin::
Cantidad de envíos : 3796 Edad : 53 Localización : En el Jardin de los Sales Gemelos, meditando Fecha de inscripción : 16/02/2008
| Tema: Viagra (Varios) (De Oliver Espectro) Sáb Sep 13, 2008 4:54 pm | |
| Cierto 28 de Diciembre... Cierto señor, de 271 años de edad y proveniente de China, se animó a jugar una broma al único amigo lo suficientemente conocido como para que la soportase sin odiarle: Shion. Le conocía bien... Sabía que era un hombre ocupado y generalmente tenso y estresado entre tanto agite y trabajo. Razón por la cual, se le dificultaba siempre el cerrar los ojos y quedar dormido. Por supuesto siempre estaba cansado, pero las preocupaciones y mortificaciones le aturdían creando y reproduciendo pensamientos que le impedían perder la conciencia. Por este motivo, siempre tomaba sus pastillas para dormir.
Y ahí radicaba la idea de Dohko...
Viagra... Vaciaría el frasco de pastillas del supremo patriarca y las llenaría con pastillas de eso, Viagra.
El anciano sonreía satisfecho con la idea de imaginar a un Shion sudoroso que se revolcaba toda la noche en busca de una posición cómoda y tratando de dormir e ignorar esa ansiedad en vano. Talvez hasta se tomase varias pastillas...
- Jeje... Shion.... – susurró para si mismo, mientras justo localizaba las pastillas y abría el frasco. – Que tengas un felíz día de los inocentes... ------------------------------------------------------------------------------
- Ahhh.... Suspiró el patriarca al dejarse caer en su cama después de un atareado día, a pesar de las fechas navideñas. Y del día de juego... Volteó hacia un lado y vio el frasquito con sus pastillas para dormir en la mesita de noche. ¿En verdad le haría falta tomárselas?... Bueno... prefería estar seguro de que dormiría, así que al igual que siempre las tomaría junto a su té, el cual se encontraba emanando vapor al lado del frasquito. Algo caliente, tal cual le gustaba a Shion.
Suspirando de nuevo se incorporó sentándose en el borde de la cama. Destapó el frasquito, tomó una pastilla en su mano y...
- ¡SEÑOR!.... La puerta de su cuarto se abrió de golpe sobresaltando a un Shion ya ilusionado con dormir. La pastilla clavadita, cayó de su mano al té...
- Señor, el caballero de Leo le busca... - ¡Pero bueno que clase de imprudencia es esta!. ¡Las puertas se tocan antes de entrar!... El guardia bajó la cabeza avergonzado. Primera noche de guardia, pensó trataría de una emergencia. - Disculpe usted mi señor. Si quiere le digo que se retire a su recinto... - No. Deja voy a atenderlo... – se levantó de la cama agarrando la taza de té por instinto. – Si está acá a estas horas ha de ser por algo importante. ¡Mas no quiero que vuelvas entrar de esta forma a mi habitación!. - Entendido, señor... – dijo el guardia ruborizado asintiendo y retirándose del marco de la puerta.
El caballero dorado de Leo, Aioria, se encontraba parado frente al sillón, en el salón del gran maestro. Shion emergió de entre las cortinas que se ubicaban detrás de dicho sillón.
- Buenas noches señor. – saludó Aioria. - Habla... – dijo Shion con poca paciencia sentándose y colocando su taza de té en los brazos del sillón. - Mi señor... vengo a informarle, que uno de nuestros caballeros de mas alto rango se encuentra inconsciente... - ¡¿Qué, qué?!. ¡Dormido querrás decir!... - Eh... no... - ¡¿Y de quien se trata...?!... - Pues... es de... Mü... - ¡¿Cómo?! – Shion se paró del sillón, perdiendo el sueño, preocupado por su discípulo. - ¿Qué le pasó?... - Pues... hubo una sustancia que... - ¡HABLA! - ¡Milo le echó polvo pica-pica y Mü se hinchó y se puso rojo por eso y comenzó a rascarse y se quejó de que no podía respirar y de repente cayó como muerto en su templo!. - ¡¿QUÉ, QUÉ?!...
Lo había soltado muy de golpe. Una gigantesca gota caía por la cien de Aioria, postrado ante los pies del patriarca.
- Creo que... Mü era alérgico al polvo pica-pica... – agregó Aioria. - ¡¿Y Por qué no vino el propio Milo a informarme?!... - Porque... Milo quiere vivir... – dijo Aioria con miedo de que él por idiota, terminase siendo el castigado. El también quería vivir, pero al ver la reacción del patriarca, temía por su vida...
Shion cerró los ojos y abrió la palma de la mano, temblando de la rabia y de lo tenso. - Urghh... ¡Que desgracia con Milo!. – dijo molesto. – ¡Iré a ver a Mü y mas le vale que Milo esté con él, así solo le cortaré la cabeza de abajo!... – sin decir más desapareció usando la tele transportación.
Aioria se incorporó en sus dos piernas. Dando media vuelta. Lo que le esperaba a Milo... sería fuerte... No había dado dos pasos cuando recordó algo que le pareció haber visto. Volteó hacia atrás y lo vio, aún caliente: el té en los brazos de la silla.
Había corrido bastante apurado y preocupado por Mü para llegar con el patriarca. Estaba bastante tenso y... la verdad... ese té, se veía muy tentativo... Se acercó al sillón y olió el vapor suave y delicioso que emanaba de él. ¿Se molestaría el patriarca?... ...talvez ni se enterase que fue él quien tomó su té... además, se le iba a enfriar...
Alzó los hombros. Un té no tenía importancia, comparado con un alumno gravemente enfermo. Alzando la taza, se echó de un solo trago el té, quemándose algo la lengua como extrañamente siempre le había gustado. Se llevó una mano a la garganta al sentir algo sólido bajar por ella, pero ya era muy tarde...
Bajó la taza y miró en ella. Pero ya estaba vacía... ----------------------------------------------------------------------
El Nirvana. Un hombre de cabellos rubios y ojos celestes, llevaba todo el día tratando de alcanzar el nivel a través de un nuevo medio: la furia.
Apretaba sus manos con fuerza mientras trataba de concentrarse y meditar. Había sido esto segundo el motivo por el cual inició todo. Quería charlar consigo mismo.
Desde pequeño siempre había sido un filósofo, por naturaleza. Y desde pequeño también era Hindú y un buen Budista. Claro, incluso se decía era la reencarnación de este... Pero... hasta los momentos, no había llegado a ese punto... la iluminación. Y eso, le frustraba. Ya había realizado muchos intentos y múltiples búsquedas por ella. La buscó en sus momentos alegres, en la felicidad, en sus tristezas, en la soledad. Por un momento creyó que todo lo que sucedía a su alrededor era solo por consecuencia de sus propios actos, en esta o en otra vida. El Karma. Mas no conseguía nada... Llegó a creer entonces que talvez buscase la iluminación por medio de los demás. Interactuando con ellos, volviéndose uno con las demás personas y con el universo, volviéndose un Dios personal. Por eso, fue maestro de varios discípulos que incluso llegaron a ser exitosos caballeros.
Pero tampoco. Nada. Y estos, eran solo algunos de los miles de intentos. Por eso, hoy se sentía frustrado. Y como siempre lo había hecho, trataba de sacar provecho de su sentir en este día. Pero dejó su concentración.
- Me rindo... – dijo suspirando para si mismo, mientras bajaba su cosmoenergía, y destensaba sus hombros y su cuerpo.
En realidad, sabía que no se rendiría. Pero era un modo de decirse a si mismo, que ya había llegado la hora de dormir. Desde hace rato que había llegado... Realizó algunos ejercicios de relajación, moviendo su cuello y su cabeza. Rotando sus hombros hacia atrás y sus muñecas hacia los lados. Respiró hondo llenando sus pulmones, pero algo le sobresaltó. Alguien entraba a su templo. ...era una cosmoenergía... extraña... Muy extraña... Shaka, era incapaz de interpretar del todo lo que esa cosmoenergía podía estar transmitiendo. Solo salió de su habitación, para encarar a ese intruso, que osaba a entrar a tan altas horas de la noche... ----------------------------------------------------------------
Comenzó a hacer calor... Aioria bajaba las escaleras del santuario, con un extraño sentir. Cuando había subido al salón del patriarca la noche era fresca y pegaba una brisa suave. Ahora, tenía la impresión de estar en un sauna abierto y a la luz de la luna. Mientras caminaba hacia su templo el calor iba aumentado. Respiraba profundo por la boca y movía su camisa para refrescarse en vano. Había comenzado a sudar... y extrañamente, notó como su ropa interior le apretaba cada vez más, señal inequívoca de que ésta al parecer sería una de esas noches atormentantes que ya en ocasiones había solido pasar sin compañía. Lo cuál resultaba ser realmente deprimente...
Pero ya faltaba poco... Solo una casa... Virgo.
Cuando entró en ese, el sexto templo del santuario. Notó una luz dorada que provenía de un cuarto. O no... No era una luz, era una cosmoenergía, obviamente debía ser la cosmoenergía de Shaka...
De inmediato se apagó y antes de que el león dorado saliera del recinto, Shaka salió de su habitación encarándolo y colocándose en frente en posición de defensa. Cuando el rubio notó de quien se trataba bajó la guardia.
- Aioria... eres tú... – dijo extrañado. – No sentí... quiero decir, se me hizo extraña tu cosmoenergía...
Aioria arrugó el rostro al oír el comentario y un segundo mas tarde, se encontró observando con detalle el escultural cuerpo que se presentaba frente a él, vestido con apenas la túnica blanca con la que siempre solía estar y la cuál, le cubría mucho menos de lo prudente. O al menos, lo prudente para un caballero, que se encuentra en esos días... Un gato en celos...
Desde abajo hasta arriba. Aioria notó que la túnica blanca le llegaba casi hasta los tobillos, mientras que en del dorso solo le cubría medio lado y en el otro se permitía ver su pecho bien formado por los entrenamientos y su tez blanca. Su piel se veía suave... Sus cabellos también... Shaka parecía sudado. Y de hecho lo estaba, debido a su anterior meditación.
‘Lubricado y todo...’ Nació el pensamiento solo en su cabeza. Haciendo que Aioria explayase sorprendido los ojos sin creérselo el mismo. El calor había aumentado.
¡Debía salir ahora o no lo haría nunca!.
- ¡Ehh... pues yo solo pasaba hacia mi templo, nos ... nos vemos... Shaka! – trató de moverse rápido hacia su templo pero Shaka se colocó frente a él, impidiéndole el paso y haciéndole detener. - ¿Pasa algo Aioria?. Te estás comportando diferente... – dijo arrugando el rostro.
Aioria sudó ahora, pero por nerviosismo... Nervios por esa cercanía.
- Ehhh... no, no pasa nada Shaka... ¡nada! Jeje... – mintió Aioria. Sabiendo ya exactamente lo que le pasaba. Trató de pasar de nuevo pero esta vez, Shaka lo detuvo colocando su mano en el pecho de Aioria.
Contacto. El solo sentir la mano de Shaka en su pecho hizo que el León se estremeciese, el calor aumentase y sus músculos se tensaran.
- A mi no me engañas Aioria. – dijo Shaka. – Y la última vez que te comportaste tan extraño. Estabas .... poseído... ¿quién me dice que esta vez no tramas algo?. Después de todo, es mi templo y no puedo permitir el paso de alguien, tan libremente...
‘Tramar algo.... ¡TRAMAR ALGO!... ¡Lo que quiero es cojerte y punto!’
Un nuevo pensamiento traicionero de su inconsciente le hizo sorprender a si mismo.
- ¡Pues no estoy poseído Shaka!. ¡Solo déjame pasar!. – Comenzaba a sentirse desesperado, su respiración propia le ardía en las fosas nasales. Pasó rápido por un lado de Shaka. Pero este, lo tomó de la mano y halándolo con fuerza lo pegó contra una pared del templo y colocó sus dos fuertes brazos alrededor de él... no escaparía...
- ¡No te irás todavía Aioria!. – Exclamó.
‘¡Peligro, Peligro!’ ¡Demasiado cerca!. El calor se hizo sofocante, ya no era solo el calor propio, era el cuerpo de Shaka el que también le transmitía calor por la cercanía. Sentía todo su cuerpo sudado, como si fuese un helado derretido, costaba respirar y la ropa interior comenzaba a molestarle de lo tenso que se encontraba allá abajo. ¡Ojalá no se acercase más porque sin duda que sabría QUÉ era lo que le pasaba!.
El rubio abrió los ojos. - Mírame a los ojos Aioria. – ordenó.
- ¿Qué? – exclamó Aioria en protesta, temeroso.
- ¡Mírame a los ojos!. – repitió Shaka. – Ellos son el espejo del alma, y por allí sabré qué es lo que te pasa.
- ¡Ya te dije que no me pasa nada Shaka! – trató de salirse de los brazos de Shaka, pero este lo apretó mas fuerte pegándolo contra la pared y... - ...!!!
El cuerpo de Shaka se afincaba amenazante contra el cuerpo de Aioria arrinconado en la pared. De repente, los ojos de Shaka se explayaron como platos y se mantuvo en esa posición incrédulo ante lo que sentía... Aioria tenía exactamente la misma cara. Y una tonalidad sumamente roja apareció en sus mejillas. No precisamente por el calor...
Shaka le soltó y miró hacia otro lado apenado. - Con que... eso... eso es lo que te pasa... – susurró avergonzado el rubio. También habría pasado por noches así aunque... lo de Aioria, se veía como un descontrol exagerado de hormonas... - Te lo dije... – jadeando. – no me... pasaba nada... grave...
‘Grave no. ¡Gravísimo!. ¡Lánzatele encima!.’ - ¡No!. Se contestó a si mismo sin notar que lo había dicho en un susurro, que dejó aún mas perplejo a Shaka quien aún le veía.
- Aioria creo que estás enfermo... – dijo en un susurro lentamente. – por eso estás tan sudado y... tus hormonas están...- pensó un momento otra palabra pero no se le ocurrió. - desesperadas.... – agregó rascándose la cabeza y sonriendo algo sonrojado, con vergüenza.
‘Me mató.’ Pensó Aioria al verle sonreír... ...esa boquita... carnosita...
No quería irse, pero tenía que hacerlo... - Debo irme... – dijo entre jadeos. - ¡No!. – exclamó Shaka de golpe haciendo que Aioria voltease sorprendido y ligeramente ilusionado. Shaka pareció leer ese pensamiento por lo que se apresuró a agregar. - ¡Quiero decir!. ¡Estás enfermo!. ¡No puedo dejarte ir así!...
Inseguro, tomó a Aioria por la cintura (como si de un verdadero enfermito a punto de desmayarse se tratara mientras lo guiaba a su cuarto). ....!! ¡A su cuarto!.
- Acuéstate... – le pidió Shaka. Técnicamente tirándolo en la cama. - Shaka... no puedo quedarme aquí... - Shhh... – lo calló Shaka. – descansa mientras te busco un vaso de agua... – dijo el rubio dando media vuelta. - ¡No!. – Lo tomó de la mano y le haló.
Talvez por desesperado fue que lo haló con tanta fuerza, motivo por el cual, Shaka cayó boca abajo, justo sobre él...
De nuevo sus ojos se quedaron desorbitados. Los de ambos. - ¿Shaka...? La piel del rubio se tornó roja. - Voy...¡a..a... buscar el agua! – se apresuró a tratar de esperarse. Avergonzado de que Aioria hubiese notado que él ahora también se... se... Bueno, le apretaba la ropa interior jeje... | |
| | | spica66 ::Caballero Dorado Shaka de Virgo/ Admin::
Cantidad de envíos : 3796 Edad : 53 Localización : En el Jardin de los Sales Gemelos, meditando Fecha de inscripción : 16/02/2008
| Tema: Re: Viagra (Varios) (De Oliver Espectro) Sáb Sep 13, 2008 4:54 pm | |
| - ¡No!. – le haló de nuevo y luego lo atrapó entre sus brazos abrazándole y pegándole contra si. Sonrió. – Por eso es que querías que me quedara... ¿no picarón?...
Le dio media vuelta y lo dejó bajo si. - Por esto... – agregó Aioria sin contenerse mas y besarle sus labios, sintiendo el ardor en los suyos propios, mientras le mordía el inferior con suavidad y su lengua exploraba la boca de Shaka con pasión. Notó la presión en el pantalón del rubio, eso era una respuesta... “Si”... - No. – dijo Shaka en un susurro erótico que le contradecía por completo. - Si... – dijo Aioria con cara perversa asintiendo. - Bueno... ¡está bien, si!... – dijo Shaka colocando sus brazos por alrededor de los hombros de Aioria y atrayendo su boca de nuevo a la propia fundiéndose en un beso ardiente.
Todos los miembros de Aioria, hombros, rostro y espalda estaban increíblemente sudados. Incluso su pecho aún con la camisa se sentía muy mojado. Aioria afincó con fuerza su cuerpo contra el de Shaka haciendo hundir incluso el colchón. Cuando les faltó el aire y entre jadeos Shaka volvió a hablar, esta vez con una sonrisa en el rostro...
- Vaya que estás muy... ‘enfermo’... – rió. Pero para Aioria no era tan en broma. Se abalanzó al cuello de Shaka besándolo y mordisqueándolo con pasión. Pudo notar que este también comenzaba a hervir, y que sus calenturas parecían fundirse entre si.
Las manos de Shaka se adentraron por debajo de la camisa de Aioria. Sintiendo el tenso dorso del amante, empapado en sudor. La pasión le contagió y con rapidez le sacó la camisa de encima al león dorado. Quien sin esperar mucho volvió a lanzarse hacia sus labios y a bajar esa túnica con desesperación. Dando fuertes movimientos de cadera, como si tratase por si solo de romper su propia ropa y clavarse de una vez en Shaka. Esa desesperación... no hacía más que excitar al rubio. Colocó sus manos en el pecho de Aioria y lo hizo irse hacia atrás, quedando él ahora sobre el León.
Mordiendo sus labios, saboreando su lengua y mordiéndola también con suavidad. Como si quisiese tragarle la boca entera. Desesperadas sus manos por sentir las ansias crecientes de Aioria, las deslizó con rapidez hasta el pantalón abultado. Y pudo palpar como el miembro genital de Aioria se acorralaba histérico contra las paredes de la ropa. Shaka le acarició por sobre el pantalón, con desespero. Cosa que excitó aún más (si, era posible) a Aioria. Sentir las manos de Shaka en su miembro... ¡Era demasiado!...
Bajó el cierre del pantalón lo más rápido que pudo, después de buscar con afán la cremallera. Su mano se adentró por la abertura del pantalón y pudo palpar aún con mas detalle el miembro de Aioria bajo la ropa interior. Ya era mayor el desespero. El bóxer mismo, estaba mojado... lubricado... La prenda íntima, no tenía apertura, cosa que frustró mas al rubio quien sin pensarlo mucho rompió el bóxer. El mismo Aioria agradecía el que lo hubiese hecho. El miembro erecto y mojado se dejó ver al fin después de tanto tiempo en encierro...
Shaka lo hizo libre sacándolo de el pantalón y pudo detallarlo rápidamente. Estaba sumamente erecto, mojado no solo ya en la punta, sino en casi toda su extensión. El glande sumamente hinchado y rosado... Pobre Aioria, debía estar sufriendo...
Se lo metió a la boca.
- ARGGHH!!...- Aioria levantó su torso al sentir ese calor tan quemante en su miembro. Ese calor, hacía parecer que el resto de su cuerpo, estuviese frío. Además era la primera vez de Shaka, y su miembro parecía haber rozado sus dientes estremeciéndolo. Shaka se introducía el miembro hasta el fondo y volvía hasta la punta una y otra vez. Succionado, mientras su lengua saboreaba todo el salado órgano.
- ¡SHAKA!... – gemía Aioria.
3 Segundos más y todo hubiese terminado. Pero ese gemido hizo detener al rubio quien comprendió la señal sacándose el miembro de los labios. Aioria jadeaba desesperado, su cabello pegado a su frente por el sudor. El caballero de Virgo volvió a juntar sus labios robándole ese poco aliento que tenía en su boca y sentándose en sus piernas...
- ¡ARGH!... – Volvió a gemir Aioria sintiendo nuevamente calor y presión.
Shaka no llevaba nada bajo la túnica...
- ¡Uhm...! – Gimió Shaka sin soltar el beso con Aioria, sintiendo el dolor de ser penetrado por primera vez. Pero sin tener compasión consigo mismo e internándose lo mas que podía..
- ¡AHHH! ... – Gritó ya sin poder contenerse y esta vez fue Aioria quien atrapó su boca mordiendo sus labios y estirándole el inferior.
El chico de cabellos castaños lo tomó por la cintura y lo bajó con fuerza hacia si, haciéndose a si mismo llegar hasta el fondo y gritar del dolor. Le tomó de la nuca con la mano izquierda y lo pegó a su rostro ahogando todos sus gritos y gemidos. Sintiendo como este le apretaba con fuerza los hombros ya tensos.
Su mano derecha se aventuró por debajo de esa túnica y alcanzó su miembro sujetándole con fuerza y sintiendo como el largo miembro de Shaka elevaba su cabeza cual optimista. Le apretó en su mano cortándole en parte dela circulación y haciendo el calor mas insoportable. Frenéticamente comenzó a mover su mano de arriba abajo como si quisiese terminar todo de golpe o no conociese el significado de ‘lento’.
Los gemidos se Shaka se hacían incontenibles incapacitado ya de poder corresponder el beso. Ningún pensamiento se concluía en su mente y su cuerpo casi no obedecía ante tan grande revolución de placer. Los mismos jadeos se quemaban su propio rostro mientras el cuerpo de Shaka bajaba y subía retando la rapidez de su mano. Apretado con fuerza el miembro de Aioria...
El Caballero dorado pudo sentir una onda ardiente como lava en su interior. Su cuerpo se tensó muy fuerte haciéndole estremecer. Su boca se abrió en un intento de respirar, mientras sus ojos se cerraban y su rostro se arrugaba por la intensa sensación que le recorría ahora desde todo su ser hasta la punta de la conexión que tenía con Shaka.
- ARGGHHH... –
Cualquiera que hubiese pasado por en frente del templo hubiese oído semejante gemido. Un orgasmo como ese no se tenía todos los días... A su vez, Shaka arrugó el rostro mordiéndose el labio inferior. Sus ojos se cerraron y se apretaron muy fuerte. Todo lo veía sumamente oscuro, hasta que esa misma sensación de ardor en su cuerpo le invadio...
- ¡AHH... AHHHH AHHRGG! – Tres gemidos altos y prolongados.
En la oscuridad de sus ojos cerrados, de repente pudo verlo todo blanco. Hermosamente blanco. Y en un segundo eterno que duró su orgasmo, se sintió el ser mas felíz... y completo del mundo... ... había encontrado el camino al nirvana...
- ....
Shaka se dejó caer derrotado como nunca lo había sido por ningún caballero al lado de Aioria en la cama. Quien respiraba con la boca gigantescamente abierta y los ojos explayados como nunca. Shaka se voltio boca arriba y quedó con el mismo gesto.
Ambos, tenían una cara de terror incontenible. Cualquiera que los hubiese visto, juraría habían visto al diablo...
- Aio... - Sha...
No podían hablar. Se quedaron jadeando y respirando hasta el fondo por un minuto.
- Me... - A mí también... – Le respondió Aioria sin dejarle terminar jadeando aún frenéticamente. Ambos miraban el techo respirando frenéticamente, hasta que... con un suspiro simultaneo, ambos relajaron sus cuerpos y cerraron sus ojos.
- ¿Lo volveremos a hacer?... – preguntó Shaka casi sin voz. - Apenas pueda moverme... – contestó el León. - Perfecto... – dijo Shaka volteándose muy lentamente y dejando su brazo acostado sobre el pecho de un agotado Aioria.
La puerta de un cuarto oscuro se abría a las 4 de la madrugada. Y de pronto la luz de un bombillo se encendió, haciendo despertar al hombre que al fin dormía profundo en su cama.
Shion levantó el dorso y entreabrió los ojos observando en el marco de la puerta a alguien semidesnudo con una tanga de elefantico que le veía con una pose ‘sexy’ desde la puerta.
- No esperes mas... TÓMAME... papi... – Le dijo Dohko sensualmente desde la puerta.
Shion arrugó el rostro sin comprender.
- ¿Qué te pasa Dohko?. ¿te picó un mosquito o qué?.
Los ojos de Dohko se abrieron como grandes ventanales. De haberse tomado la pastilla, ¡ese hombre debía estar sufriendo!.
- ¿Qué?... ¿no... no te...? - ¡No! ¡¿que te pasa?!, ¡LARGO DE MI HABITACIÓN! - Pero Shion... ¡Yo pensé que...! - ¡LARGO!. – Le ordenó - Está bien, está bien... Buenas noches... – Dijo Dohko decepcionado cerrando la puerta con cuidado.
- Urgh... – se quejó Shion sacudiendo su cabeza. Ya ese impertinente le había quitado el sueño...
- ¿Pasa algo maestro...? – le dijo una voz a su lado en la cama.
- No nada Mü, vuélvete a dormir. Descansa para que se te quite la fiebre... El chico de cabellos lavandas asintió y volvió a apoyar su cabeza en la almohada.
Shion suspiró tratando de relajarse. Miró al lado en su mesita de noche y tomó de ahí lo que necesitaba... sus pastillitas para dormir... Se metió tres de un solo golpe con la intención de dormir hasta la semana siguiente y se acostó de nuevo en la cama.
....
Esa noche no podría dormir ....
.....
Y Mü, tampoco....
FIN
Este es otro relato de Oliver Espectro. | |
| | | | Viagra (Varios) (De Oliver Espectro) | |
|
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |
|