SEGUNDO ACTO.
Casa de spica66 y nightclub.
Personajes: Zeros y spica66. Seguidos de otros.
Este fragmento es un songfic. La canción se titula "Lo haremos toda la noche" de La Trinca. (Poner enlace)
Tras la visita al Santuario, donde tuvo una amenísima conversación con los dos acuáticos, regresó a su casa y comenzó a idear la trama que tiene para el fic que Zeros le pidió. Antes de que el bicho regresara a su casa logró llamar por teléfono a la Academia de Atenea donde otro de sus alter ego cursaba estudios, aunque lo saludó brevemente y le informó de lo que quería, en realidad era su novio de quien requería sus servicios, pues necesitaba primero que se comunicara con el comandante de los asgardianos y el otro joven, su alter ego, también se ofreció a ayudarla.
Spica sonrió a ambos muchachos y aceptó encantadísima de la vida la sugerencia de ambos.
-Chicos, podríais decir al director que se ponga al teléfono, necesito hablar con él ahorita mismo.
Colgó el aparato tras hablar con Shion (otro de los alter ego de spica66) y se esperó a que todos en casa se durmieran para poder de nuevo entrevistarse con Zeros.
Cuando el apestoso, perdón, el poderoso, espectro de Hades se presentó en su casa, por la radio se podía escuchar la suave melodía de un arpa.
-Bonita música -dijo Zeros.
-¿A que sí? -respondió ella sonriendo angelicalmente.
-¿Y bien, señorita? -dijo el mirándola- y mi fic ya está listo?
-No.
-¿¿¿¿¿NOOOOO?????- Zeros ya se disponía a saltar.
-!Para el carro, Mariano!, el fic me llevará un tiempecito, pero tengo una bonita trama para él y ya tengo con quien emparejarte.
-Más te vale que sea un personaje bellísimo, el Gran Zeros no se conformará con cualquier cosa.
-Lo es, lo es... Fíjate....
Gracias a la ayuda del cosmos de Shaka y del de Mu, a los cuales la joven también habia visitado en el Santuario, Zeros fue transportado a un night-club donde se encontró vestido elegantemente (claro que ya se sabe, aunque la mona se vista de seda....) y vio un hermoso rostro mirándolo desde la barra del bar. Aquella preciosidad de rostro estaba enmarcada por una larga y sedosa melena de color celeste, dos hermosos y grandes ojos azules y labios carnosos y sensuales.
La beldad le saludó con la mano haciéndole una seña para que se acercara y los ojos de Zeros se volvieron aún mas saltones de lo que ya eran.
*Espero que Masky no se tarde mucho, porque no sé si me voy a poder aguantar mucho rato con ese adefesio, sino fuera por el favor que Spiquita nos hace con Shion, lo habría mandado al cuerno*
Spica se moría de risa desde su casa, Mu había puesto para mayor seguridad uno de sus muros de cristal en caso que Zeros quisiera cruzar. Se encontraba charlando animadamente con él y Shaka, Mime también observaba con una divertida expresión en su faz la escena que tenía lugar porque además, él tenía un interés en particular en estar allí: su novio, Shiryu, pronto haría acto de aparición.
Zeros no podía creerse su buena suerte y se acercó a aquella hermosa visión.
-Hola, nena -dijo en su mejor voz de donjuán.
-Holaaa... -respondió una dulce vocecita.
-¿Cómo te llamas, preciosa?
-Afrodita.
*!!GUAAAUUUU!! Spica debe reconocer mi valía, acaba de ponerme con una diosa*
-Yo me llamo Zeros -dijo él con ojitos de cordero degollado (o el equivalente en sapo) -y dime (poniéndole una mano en un muslo) ¿qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
*!Quítame las manos de encima, sapo asqueroso!... !Maldita Spica! mira que hacerme vestir de mujer, !con lo que detesto que me confundan con una!...*
-Pues andaba un poco aburri...
-(Zeros interrumpe) ¿Y toda solita te vienes aquí?.. y más aún sin saber con qué desaprensivos puedes encontrarte....
-Pues.......-respondió el pececito en su voz más aflautada.
-Nena, esta noche estás de suerte.
-Uy... ¿y eso? -dijo Dita en falso tono coqueto.
-Ante ti tienes a alguien que es poderosísimo.... -dijo Zeros apretando el trasero del ajustado vestido de Dita y guiñándole un ojo. Dita dio un respingo y casi le atizó un puñetazo al esperpento pero se paró justo a tiempo al recibir un mensaje telepático de spica66.
Zeros seguía sin enterarse de la misa la media, sóolo viendo lo que él quería ver. Aquel era el efecto de la ilusión que antes había conjurado Mime con su arpa (recuérdese que Zeros había estado en casa de spica66 escuchando música de arpa por la radio)
-Dime, preciosa, ¿estudias o trabajas?
-Trabajo... -respondió Piscis casi atragantándose con su bebida
-¿Dónde? (voz melosa)
-En un...una floristería....
-Uuuuhhh....¿me podrías conseguir un trabajito? -dijo el cada vez más atrevido Zeros.
Ven aquí, ven aquí
que ya me noto
que ya estoy quemao y embalao
como una moto.
*Sí, de espantapájaros para mi jardín.... !Ugh!.... mejor que no... mis pobres rosas se morirían del susto...* Dita se estaba poniendo de cada vez más nervioso puesto que Zeros no hacía más que manosearlo y por instinto se separó un poco de él dándole un empujón algo más brusco de lo que tenía previsto.
-¿Nena, qué te pasa? -dijo extrañado el sapo.
Por suerte, mientras lo empujaba, Dita había tumbado el vaso del que bebía y parte del líquido se había caído sobre el escote de su vestido, así que fingió que el golpe había sido un accidente al sentir el hielo tocar su delicada piel. Aunque en realidad lo que le hizo no liarse a más golpes con el sapo fue la mirada asesina que Masky le dirigió desde donde estaba oculto y también varios mensajes telepáticos simultáneos advirtiéndole que como dejara que todo fuera al garete lo pasaría mal.
-Uy, perdona, Zeros -dijo en suave voz- es que el hielo está muy frío....
-Pobrecita... ¿quieres que te ayude a limpiarlo?- dijo guiñándole un ojo.
-No, gracias. Iré al baño un momentito.
-No es molestia, bonita -dijo acercándose aún más.
-Uy, no... además, necesito ir a hacer algo... privadito...
-Vale, preciosa (Guiña un ojo) no tardes.
Dita se va hacia el lavabo de señoras mientras que Zeros observa detenidamente pensando que ya tenía plan para esa noche.
Y si pensabas ir a dormir
!ni se te ocurra!
que hoy disfrutarás
ya verás
como una burra
Rebuznando de pasión
incrustada en el colchón.
Entretanto al otro lado del night club, en una sala contigua.
El general marino Lumnades había recibido una nota que le entregó personalmente "Hilda de Polaris" en la que decía que un/a admirador/a secreto/a a quien le deba mucha vergüenza revelar su nombre estaba enamorado/a de él y deseaba verlo. Alberich había acompanado a "la sacerdotisa" a entregar la notita y durante la entrevista, el guerrero de Delta le había estado cantando las alabanzas al/la admirador/a.
Aunque como ya podrán imaginar, queridos lectores, Alberich estaba únicamente exhibiendo sus dotes de estratega y haciendo honor a su apodo de "el cerebro", no por spica66, sino por su adorado Mu Duval con el que compartía rol en un Universo Alterno. Siendo hombre de negocios estaba acostumbrado a tratar con todo tipo de gente y saber de qué pie cojeaban, asi que fácilmente logró engatusar al general.
Eso sí, en comparación con el esperpento (perdón, el espectro) del Sapo, al general se le podía considerar como un miembro de Mensa* y se había dado cuenta de que había algo anormal en el aspecto de "Hilda", al principio debido a que Alberich lo estaba distrayendo no cayó en la cuenta, pero cuando los asgarianos se fueron, una lucecita se encendió en su cerebro.
*Si no hubiera sido por los entrometidos de los caballeros de Atena, habríamos derrotado fácilmente a los asgarianos. !Hay que ver lo tontos que son!, y que a estas alturas aún sigan sin darse cuenta que Hilda .... !es un tío!*Mientras que esperaba a que llegara la hora acordada para ver a su cita, observaba a un hermoso muchacho de largos cabellos negros que tenía un tatuaje de un enorme dragón en la espalda y que trabajaba como stripper en el local, contoneando su cuerpo al compás de la música bajo la atenta mirada de Mime, el cual se encontraba medio muerto de celos al otro lado del muro de cristal de Mu, en casa de spica66.
En cuanto Afrodita cruzó por delante suyo dejando a su paso un suave pero perceptible e intoxicante aroma a rosas mientras se dirigía para dirigirse al servicio de señoras, Mask salió de las sombras y el general marino creyó que era su cita pues llevaba un clavel rojo en la solapa, al igual que él en la suya, como señal de reconocimiento.
El general se quedó un poco decepcionado pues se esperaba a alguien más hermoso, quizás Sorrento o Siegfried, pero en su lugar le habían soltado al cangrejito, el cual aunque tenía su atractivo era un tipo demasiado follonero para el gusto del marino, pero como dice el refrán: a falta de pan, buenas son tortas, y como no tenía mejores planes aquella noche (además de que no deseaba regresar al reino de Poseidón con el rabo entre las piernas, pues sabía a ciencia cierta que los otros generales, Tetis y Poseidón habían estado haciendo apuestas acerca de quién sería la cita e incluso... de si mojaría aquella noche) salió al paso del caballero de Cáncer.
-Hola- dijo mirando la flor en su solapa- tú debes ser Máscara Mortal, ¿sabes quién soy?.