Las Cuevas

Tal como lo suponía Siegfried se había escandalizado por mi propuesta.Era tan prrevisible que hasta daba ternura. Ahora estaba a mi merced, yo jugueteando con su espada y barriendolo con una mirada lasciva.

Muerte y Peste se había ido. Bud de reojo los vió partir, para luego sonreír.

- Al parecer, solo quedamos nosotros dos. - dijo, con voz suave, casi susurrante - Bien, hy tiempo. ¿que quieres hacer?

Siegfried lo fulminó con la mirada

- Tantos años siendo el guerrero más leal a Asgard, mm...debe ser un golpe duro ¿no?. Pero vamos, hombre, animate, no es tan malo, lo purificaras todo.

Mientras hablaba, se iba acercando más y mas, alhacerlo, tenia un efecto hinoptico que dejaba a quien lo viera atolondrado.

- Te liberare con un beso...¿que dices?...no te atacaré como tuya has afirmado - dijo con fingido dolor en la voz, como si de verdad le entristeciera que Dubhe pensara aquello de el - que dices?

***

Ops disculpennn!! volvi a trabajar y se me acortaron los tiempos TOT

yo no necesito ser liberado de nada, mas bien eres tu el que es el que esta preso, de algo impuro, de algo oscuro, eres tu el que se engaña

Bud volvió a sonreír, el dedo indice de Siegfried apuntandole amanezadoramente, señalandole acusador; Bud tomó el dedo índice entre sus manos, y tuvo el impulso de romperselo para oír su aullido de dolor; pero se contuvo; en lugar de ello, paso de sus dedos a sus muñecas, sujetándole con fuerza.

- La diferencia...radica en que a mi me importa un bledo ser prisionero de mi propia oscuridad - siseo, casi cantarroneó, disfrutando el propio eco de su voz, dicho eso, acerco su rostro al dorso de la mano de Dubhe y en un impulso de sorpresiva dulzura, beso sus manos, para después pasar su tibia lengua en ella. - ...he aprendido amar a las sombras...y yo te enseñará a adorarlas como yo.


- que es lo que deseas en realidad ... no entiendo tu objetivo, que es lo que quieres de mi, que ves en mi? ya que sabes muy bien que jamas me doblegare porque soy fiel a la orden de asgard

Bud solto una risita travieza.

- Oh si que lo eres...por eso me caes bien, adorado Siegfried...¿tienes real idea de lo que se siente estar tan cerca de un objeto de culto como tu?.

Torció la boca, malsano.

- Te he espiado tantos años...como sombra de Zeta...¿aun me preguntas cual es mi verdadero motivo y razón..?

Bud le estaba confesando todo a esto a Siegfried sin reservas, sin pisca de timidez o de verguenza. Mientras lo hacía fue acercandose mas y mas a sus labios, las meñcas del capitan aun siendo aprisionadas por el.